Jaume Balmes Urpià

Jaume Balmes Urpià

domingo, 6 de septiembre de 2020

Crónica de las Fiestas DEL CENTENARIO DE BALMES por Lluís B. Nadal : : VIC : : GAZETA MONTANYESA MCMXI

DR. D. JAIME BALMES Y URPIÁ (28 Agosto 1810 -† 9 Julio 1848.) --------------------- EL OBJETO capital de este libro es perpetuar el recuerdo de las fiestas generales con que la Ciudad de Vic celebró el primer Centenario del nacimiento de su inmortal hijo el Doctor JAIME BALMES Y URPIÁ, gloria indiscutible de la Iglesia, de la Ciencia universal y de la Patria. Él ha de servir para que los que tuvieron ocasión de verlas puedan renovar con la lectura la fruición de aquellos grandes días, porque los que solo oyeron de ellos y los conocieron solamente por las reseñas de la pluma o por la información gráfica puedan judicarlos con mayor conciencia y para los que vengan, y especialmente los vicenses, le puedan encontrar motivos de familiar satisfacción y de orgullo patrio y, si conviene por análogas ocasiones, ejemplo y estímulo. La presente crónica habla poco, y solo en términos generales, del Congreso Internacional de Apologética porque, como ya se comenta en uno de los capítulos del libro, ha de tener muy pronto aquel, para ser, como es, el más vistoso y trascendental acto del Centenario, historia particular y detallada, donde resonarán más para siempre las voces elocuentísimas de los sabios varones que lo compusieron. El texto de la narración va acompañado, como verá el lector, desde el momento en que las fiestas se empiezan a deshilachar, de curiosas y artísticas ilustraciones que son como un comprobante de la letra y que hoy día se consideran, en libros de esta clase, como elemento absolutamente indispensable. Todos los momentos culminantes quedan marcados en él, aprovechando las mejores de las numerosas y pintorescas fotografías que se hicieron, no todas ciertamente con igual fortuna; pero, además, se cree que en lugar preferente, es decir entre las páginas de este proemio, y con mejor relieve, había de encontrar el lector las figuras salientes de aquellas grandiosas solemnidades que fueron también cooperadoras decididos, firmes y entusiastas de aquel homenaje al gran escritor al gran escritor y inolvidable patricio. El autor y los editores de este libro rinden con singular complacencia este tributo a tan nobles personalidades, que cuentan sobre sus títulos de honor con la estimación pública, y lo hacen muy especialmente a la augusta Princesa la presencia de la cual en las fiestas da a las mismas una importancia verdaderamente excepcional, acabando de imprimirle aquel carácter noble y señorial que los iniciadores del Centenario habían soñado dar a esta gran conmemoración en la cual se tiene que juntar el amor y el respeto al escritor eminente con el amor y veneración a la Ciudad estimada, madre de él y madre nuestra. El lector verá, pues, que nada se es complacido para dar interés a este libro. El autor y los editores han hecho todo lo que han podido dentro de sus medios para que corresponda a la grandeza de los actos de que hace detallada historia. Los sacrificios que esto representa pueden tener un premio que no les será negado sin duda: el de la difusión de esta Crónica. Así autor, editores y lectores, marchando a la una, conseguirían una cosa: la de aumentar aun y consagrar una vez más la gloria del hombre providencial que, en un tiempo de hondas crisis y de general desorientación, vino al mundo, como dice tan acertadamente y con tanta sobria elocuencia la lápida de la casa donde tuvo su nacimiento, PARA ILUMINARLO CON RESPLANDORES DE CRISTIANA SABIDURÍA. Y basta ya de proemio.

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